Un felino se funde con el paisaje tropical nativo, su figura casi camuflada entre la exuberancia de la vegetación. No es un cazador al acecho, sino un ser que contempla, que observa con calma y profundidad, como guardián silencioso de un mundo que vibra en secreto.
Sus ojos, intensos y tranquilos, parecen invitar al espectador a detenerse y a compartir ese instante de conexión con lo salvaje. La pintura despliega una atmósfera cargada de misterio, donde la presencia del felino es una invitación a la introspección y al respeto por la naturaleza.
“Sombra Vigilante” es una llamada a reconectar con la esencia primigenia, a encontrar en el silencio y en la calma la fuerza oculta que sostiene el latido del mundo.
Obra Original "Sombra Vigilante" (1.00 x 0.85 m)
Oleo y acrílico sobre lienzo
Nota: La fotografía puede no alcanzar a reflejar toda la textura y trazos presentes en la obra.